Secuela de "Una separación mágica"
Cuando mi madre y mi hermana me habían dicho que todo lo que yo viví no era cierto o no había pasado, hizo que entre en desesperación y realmente pensé que estaba loca. Me generaron demasiadas dudas de por qué había sucedido según yo, pero por qué mi mamá y mi hermana no lo vivieron, ¿En donde estaba yo? ¿Realmente estuve todo este tiempo con ellas? ¿Y si era un sueño?
Volvimos a casa, estaba todo apagado porque papá ya estaba durmiendo, cenamos fideos, una comida sencilla y rápida. Se hicieron las 12 de la noche y ya estabamos las tres en la cama, yo seguía pensando lo que había ocurrido. No me podía dormir, me sentí toda la noche perseguida.
Se hizo de día y yo no me había dormido todavía. Mi papá ya estaba despierto, salí del cuarto y me senté a desayunar con él y le conté lo que había sucedido. Mientras le contaba el suceso, mi papá me miraba con cara de que ya lo había escuchado o ya lo había vivido. Cuando terminé me preguntó:
- ¿Pudiste reconocer las caras de esos dos hombres?
- No pa, no veía nada, tenían sus caras tapadas, pero ni siquiera se les veían los ojos o se veían borrosos, dije yo.
Mi papá preocupado me dijo que nos íbamos a ver a un psicólogo, yo sospechaba algo raro de él porque parecía como que él ya lo había vivido y podría solucionar este trauma.
Al llegar al psicólogo, le comenté lo que había sucedido. Me dijo que podría ser un trauma hereditario o simplemente algún tipo de miedo de estar separada de tu familia, no crecer. Mi papá le dice:
- Si, es hereditario. Me pasó lo mismo cuando yo era chico.
Al escuchar eso no supe como reaccionar. Me quedé helada. En este momento fue cuando entendí por qué mi papá me miraba con cara de que lo había transitado.
*Sonido de alarma*
- ¿Fue todo un sueño?
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